Publicado por: Vicky Vananda
Las mujeres llamadas "Las Patronas" ayudan a
los migrantes
centroamericanos a llegar a la frontera de los
Estados Unidos de América.
1era Parte
Esta historia se desarrolla en un pequeño pueblo del
estado de Veracruz, México llamado “Las Patronas”, en la localidad de “La
Esperanza”, situado en el municipio de Actopan. Por ahí pasa un tren que
transporta a más de 500 migrantes centroamericanos diariamente. Las mujeres del
pueblo, a las que se les ha adjudicado el mismo nombre, han conmovido al mundo
por su solidaridad, su desapego, su dedicación, su amor por lo migrantes sin
importar raza, credo, edad, sexo, nacionalidad, etc. Simplemente por ver la
necesidad de estos, se han organizado para darles diariamente comida y agua. Al
principio ellas donaban la comida. Actualmente reciben donaciones varias y
ellas se organizan y preparan la comida. Sin tener el tren un horario para
pasar por el pueblo, y sabiendo que no se detiene, ellas están atentas todos
los días de lunes a lunes, y al escuchar que se acerca el tren, corren con las
bolsas de comida que han preparado con la esperanza de poder alimentar a estas
personas.
Curiosamente, este lugar se asienta en la localidad de
“Esperanza”,
donde como se puede ver, ellas resuenan con ese
nombre.
He aquí el reportaje de Joseph Sorrentino (traducido
por Vickyvananda)
Durante 17 años, un grupo de mujeres en “La Patrona”,
pueblo situado en el estado de Veracruz, México, han repartido comida y agua a
migrantes centroamericanos que viajan en trenes de carga y que van al norte de
México buscando trabajo.
Esta historia inicia en febrero de 1995 con dos
hermanas, Bernarda Romero Vázquez y Rosa Romero Vázquez, quienes se paraban a
esperar a que pasara el tren por el pueblo para vender comida. Los migrantes
del primer carro del tren empezaron a gritarles: “Madre, tenemos hambre”.
El grito fue escuchado por los migrantes del segundo
carro. Cuando los gritos se escucharon en el tercer carro del tren, las mujeres
les lanzaron la comida que tenían para vender. Bernarda comentó: “Está mal que
aquí tengamos frijoles, tortillas, una taza de café y ellos no tengan nada”.
Pronto se reunieron que sus hermanos y la familia decidieron empezar a dar a
estos migrantes comida y agua. Las mujeres quienes han sido conocidas como “Las
Patronas” han continuado esta labor por 17 años.
Norma (otra hermana) comentaba: “No sabíamos que
existía Migración”. Pensábamos que estas personas eran mexicanos que andaban de
aventura para conocer nuestro país”.
Los migrantes vienen principalmente de Guatemala,
Honduras, el Salvador y algunos de Nicaragua. La mayoría esperan encontrar un
trabajo, pero primero tienen que atravesar México donde les roban, les golpean,
les asesinan, les raptan… El paso por “La Patrona” es uno de las pocas
vivencias de "esperanza" de su viaje.
Actualmente hay
15 mujeres en "Las Patronas" y todas son voluntarias. Empiezan a
cocinar a las 9:30 de la mañana y terminan alrededor de las 9:00 de la noche.
Al principio, las mujeres donaban la comida y la cocinaban cada una en su casa.
Ahora han conseguido que les donen la comida y trabajan juntas en una cocina
grande que fue construida en el pueblo y donada por Crisóforo Romero Arragán, y
el padre de Bernarda y Rosa.
Norma comenta: “Mi madre hacía su comida y ahora ha
incrementado la cantidad”. Mi otra hermana hacia su comida y ahora ha
incrementado la cantidad también: “Poco a poco fuimos haciendo más comida y de
ahí nos fuimos organizando para poder dar más comida”.
Norma, Bernarda y la mamá de Rosa, Leonila Vazquez
Alvizar, cuyas fotografías aparecen arriba, y dos hermanas más, son también
“Patronas”. La gente pobre les dicen a todas ellas: “Madre, madre, gracias”.
Leonila nos comenta:
“Que nos den las gracias es la
satisfacción
que guardamos en nuestros corazones”.
La web de las patronas es www.lapatrona.org.mx la
cual está en construcción todavía.
Su correo es: lapatrona.laesperanza@gmail.com
Joseph Sorrentino es escritor y fotógrafo con sede en
Rochester, Nueva York, y ha documentado la crisis rural en México desde el
2003.
“LAS PATRONAS” IN MÉXICO, AN EXAMPLE OF SOLIDARITY, LOVE AND
HOPE.
A GROUP OF WOMEN CALLED “LAS PATRONAS” AID CENTRAL
AMERICAN MIGRANTS IN MÉXICO TO REACH THE BORDER OF THE UNITED STATES OF
AMERICA.
By Vickyvananda
1rst Part
This story takes place in a small town in the state of
Veracruz, México, called “Las Patronas”, in the locality of “La Esperanza”
(which means “the Hope”), in the municipality of Actopan.
Some trains pass through the town transporting more
than 500 Central American migrants every day. The women of that town -also
called “las Patronas”-, have moved the world due to their solidarity,
detachment, dedication and love for the migrants, regardless of race, sex,
nationality, creed, age, etc. Being touched by the migrants hunger, they have
organized in order to give them food and water. At first they donated the food.
At present they receive several grants and with them, they cook the meal. The
trains do not have a fix timetable, and they stay everyday alert waiting for
it, from Monday to Monday, and while listening that it approaches, they run
–knowing that the train does not stop- with the bags of meal that they have
prepared, hopping to feed these persons that day.
“Interestingly, this place sits in the locality of
“Esperanza” and as said before, it means “hope”.
We can then observe that these women resound with this
name”.
Here is the story of Joseph Sorrentino.
For seventeen years, a group
of women in La Patrona, Veracruz, has been handing out food and water to
Central American migrants riding cargo trains north in search of work. Their
story began in February, 1995 when two sisters, Bernarda Romero Vázquez and
Rosa Romero Vázquez, were standing with their groceries at a train crossing in
the village, waiting for the train to pass. Migrants on the first train
car began shouting, “Madre, I’m hungry.”
The shout was picked up by
people on the second car. When shouts came from a third car, the women
tossed them their food. “It’s bad,"reflects Bernarda ", that here
we have beans, tortillas and a cup of coffee, and they have nothing.” Soon after, Bernarda and Rosa
met with their parents and other siblings and the family decided to hand out
food and water to migrants. The women, who have come to be known as Las
Patronas, haven’t missed a day in seventeen years.
“(Before,) we didn’t know that
migration existed. We thought that they were Mexicans who were venturing to see
all of our country,"says Norma, another Romero Vázquez sister.
The migrants are coming mainly
from Guatemala, Honduras and Salvador, with a few from Nicaragua. Most
are hoping to make it to the US to find work but first they must make it
through Mexico, where they risk being robbed, beaten, kidnapped,
murdered. The passage through La Patrona is one of the few bright spots
on their trip.
Luís Angel, pictured at the
side, is travelling from Honduras. He has only shorts and a t-shirt, though the
nights can be quite cold.
There are currently fifteen
women in Las Patronas and they’re all volunteers. They begin cooking
about 9:30 in the morning and finish their work around 9:00 at night. In
the beginning, the women donated all the food and cooked it in their individual
houses. Now, they get much of the food donated and work together in a
large kitchen built on land donated by Crisoforo Romero Arragan, Bernarda and
Rosa’s father.
“My mother would make her food
and then increased it," says Norma. "My other sister would make her
food and then increased it, too. Little by little we were taking
more lunches and from there we organized to give more meals.”
Norma, Bernarda and Rosa's
mother, Leonila Vázquez Alvizar, pictured above, and two
other of their sisters are also Patronas. “The poor people...all of them say, 'Madre, madre,
thank you,'" Leonila says. "This is the satisfaction that we keep in
our hearts. They give us thanks.
”The Patronas tie bottles of
water together with a piece of rope, and migrants grab them from the trains as
they pass.
The trains have no set
schedule. Some days, only one train passes by. Other days, it may
be as many as three. The women meet every one. They don't get paid in
money but,
Norma says, “I believe
that the best payment that we get is the blessings of all these people who pass
through.”
Las Patronas’ website is www.lapatrona.org.mx
but is still under construction.
Their email is: lapatrona.laesperanza@gmail.com
Joseph Sorrentino is a writer
and photographer based in Rochester, NY, and has been documenting the ongoing
crisis in rural Mexico since 2003.
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