miércoles, 20 de noviembre de 2013

ALERTA

Por: Ana BCamponovo
Es posible que la esperanza de que los jóvenes tengan una  nueva visión acerca del vínculo con el sexo opuesto sea, sencillamente, una utopía que no coincide con los datos estadísticos, ni con lo que sucede en los ámbitos estudiantiles -véase secundaria y universidad–. Los chicos siguen los modelos heredados, los patrones de la casa, y los que el cine, los videojuegos y la publicidad mantienen: la mujer debe ser sumisa y el hombre dominante. Esto revelan los recientes estudios realizados por la Universidad Complutense de Madrid. 

Un 21% de los adolescentes españoles está de acuerdo con la afirmación de que los hombres no deben llorar. Uno de cada cinco cree que está bien que los chicos salgan con muchas chicas, pero no al revés. El 12,8% no considera maltrato amenazar —o recibir amenazas— en caso de que su pareja quiera romper la relación. El sexismo y los estereotipos de género perviven entre los adolescentes españoles. Y el retrato robot de cómo son y cómo viven sus relaciones muestra que, además, no son conscientes de ello. Conocen el discurso y la información sobre violencia de género, pero no la trasladan a su vida. La radiografía es llamativa: el 4% de las adolescentes de entre 14 y 19 años han sido agredidas por el chico con el que salen o salían; y casi una de cada cuatro confiesa que su novio o exnovio las controla hasta el punto de fiscalizar con quién hablan o como visten. Control, relatan, a golpe de Tuenti y WhatsApp.

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