martes, 6 de mayo de 2014

La Paradoja de la Felicidad Femenina Decreciente

Por: Inspiración Femenina


Recientemente, Betsey Stevenson y Justin Wolfers, ambos investigadores de la escuela de negocios y políticas de la Universidad de Pensilvania, han sacado a la luz su investigación sobre cómo la felicidad de la mujer, a pesar de todos sus logros en cuanto a la mejora de sus condiciones, está decreciendo. Obviamente sus investigaciones abarcan mujeres de Estados Unidos y de los países desarrollados. Es importante mencionar que estas encuestas se han realizado en todo tipo de mujeres: amas de casa, casadas y divorciadas: mujeres que trabajan; mujeres jóvenes y adultas; con altos y bajos niveles de educación.
Nos han parecido interesantes sus argumentaciones, por lo cual, hemos querido compartirlas con ustedes.
El trabajo, en resumen, dice que las vidas de la mujeres en los Estados Unidos ha mejorado considerablemente en los últimos 35 años, sin embargo, los indicadores del bienestar subjetivo nos dicen que la felicidad de la mujer ha decrecido con respecto a la del hombre. En los años 70, estos resultados eran completamente al revés, es decir, la mujer era más feliz que los hombres, con lo cual, dicen, está surgiendo una nueva desigualdad de genero.
La pregunta obligada sería ¿Por qué la mujer está perdiendo felicidad?  ¿Si los salarios poco a poco van siendo más equitativos,  tenemos acceso a una educación, tenemos control de natalidad, múltiples aparatos y tecnología domestica para liberarnos del trabajo domestico y nuestro mundo se ha expandido fuera de este mismo ámbito domestico, por que somos más infelices?
Obviamente, la expansión de las oportunidades de la mujer han tenido sus costos, y estos costos han beneficiado enormemente a los hombres, y estamos hablando de la participación de la mujer en la fuerza laboral. Muchas veces ya hemos comentado que la mujer no supo negociar bien su situación antes de incorporarse al mundo laboral. El hombre sigue haciendo lo que antes hacía, salir a trabajar, con la suerte de que ahora ya no lleva el peso de la manutención, ahora es trabajo de ambos generalmente. En cambio, la mujer ha tenido que duplicar su trabajo, la doble jornada laboral, como le hemos llamado, tiene a las mujeres bajo un constante estrés ya que después de su jornada laboral normal, tiene que llegar a casa a limpiar, hacer la cenar, cuidar a los niños etc. Si tiene suerte, el hombre le ayudara un poco.
Los hombres suelen tener espacios en los que pueden desfogar ese estrés. Ir a ver el futbol con los amigos, tomarse una copita después del trabajo, algún deporte… pero no es frecuente que la mujer pueda tener estos espacios, con lo cual, su estrés solo va en aumento.
El trabajo expuesto argumenta que otra de las causas puede ser el control de la natalidad. Nos dicen que claramente este control de la natalidad ha beneficiado también mucho a los hombres. La libertad sexual que vino con la pastilla anticonceptiva ha puesto una presión sobre la mujer para tener relaciones sexuales casuales. Pensamos que esto es motivo de infelicidad porque la mujer es un ser emocional y precisa generalmente de tener algún grado de sentimiento hacia la persona con la cual mantiene relaciones, pero hoy en día las cosas son diferentes. Las mujeres nos hemos convertido en objetos sexuales y en el fondo lo sabemos.
Otro de los factores que argumentan a esta felicidad decreciente, es que los seres humanos tendemos a basar nuestro bienestar comparando. Si las mujeres comparan su bienestar con el del hombre, pueden tener una percepción de que no están llegando a sus metas. A este respecto solo podemos decir que comparar la situación de la mujer con respecto al hombre puede ser engañosa, por la simple razón de que no somos hombres. Y con esto no queremos decir que no pidamos los mismos derechos que tienen los hombres para poder evolucionar, lo que queremos decir es que la creciente masculinización de la mujer (actuar como haría un hombre), puede estar dejándonos una sensación de vacío e infelicidad.
Sin duda, existirán muchos más factores que puedan estar haciendo que la mujer no se sienta feliz en general, lo importante es descubrir que, aunque lo intuíamos, hay algo que no estamos haciendo bien.

Inspiración Femenina lleva años tratando de difundir la idea de que es urgente que la mujer encuentre su identidad, y pensamos que quizás ese es el fondo de esa falta de felicidad completa. Hemos creído que todo lo que hemos conseguido, nosotras lo queríamos, pero tal vez, fue algo que nos dijeron “que queríamos”, sin ser así. No nos hemos detenido a pensar en cómo haríamos las cosas para que de verdad nos resulten satisfactorias, y esa es la verdadera liberación femenina, quizás la única que nos dejará de verdad aprovechar lo que hemos conseguido: hacer las cosas como mujeres, no como hombres vestidos de mujeres.

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