lunes, 22 de diciembre de 2014

ASOCIACION DE HOMBRES



Hoy traemos la noticia, que creemos que en alguna ocasión pasada ya se ha comentado, pero la traemos para refrescarla. 
Se trata de la Asociación AHIGE, (Ascociación de hombres por la igualdad de genero).
Surgió a principios de los años 70 en los países nórdicos, por cercanía al movimiento feminista. En España, los primeros grupos de hombres (forma en que tradicionalmente se ha organizado el movimiento) datan de 1985 (Valencia y Sevilla).
AHIGE surgió en el seno del grupo de hombres de Málaga creado a principios de 2001, como necesidad de dar dimensión social a los cambios y vivencias que estábamos experimentando.
Sus objetivos básicos son trabajar contra la discriminación estructural que esta sociedad machista  genera (básicamente sobre las mujeres y personas no heterosexuales) y favorecer el cambio de los hombres hacia posiciones igualitarias.
Se realiza desde un planteamiento de responsabilidad, personal y colectiva, e los hombres ante la injusticia. No podemos ni debemos permanecer ajenos a la discriminación que genera esta sociedad machista.
Su asociación, en sí misma, un intento de organización de hombres que superen en sus estructuras y modos, el modelo de competitividad y poder machistas.
Los fines de la Asociación son los siguientes:
• Favorecer la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres, en todos los aspectos y ámbitos: legal, social, laboral, familiar, educativo, etc. luchando especialmente contra la tradicional discriminación sufrida por la mujeres.
•  Fomentar el cambio en los hombres hacia posiciones más favorables a la igualdad y la ruptura con el modelo tradicional masculino, apoyándolos en dicho proceso, en el entendimiento de que eso nos beneficiará a todos y a todas.
• Apoyar la creación de Grupos y Redes de hombres igualitarios y facilitar el intercambio de experiencias.
Dentro de su decálogo señalan, y se definen como un hombre que tiene un proyecto de cambio personal y lo está llevando a la práctica. Por ello se replantea una gran parte de sus posiciones, actitudes y conductas, que entiende están determinadas por su proceso de socialización sexista y patriarcal.
Su objetivo es construir una sociedad en igualdad en la que se haya conseguido superar los roles de género y, para ello, entiende que primero ha de cambiar él.
Señalan: Nuestra responsabilidad colectiva consiste en el reconocimiento explícito de que, históricamente, los hombres hemos ejercido una opresión social, cultural e individual sobre las mujeres, aprovechándonos de ello para situarnos en una posición de privilegio.  Consideramos que, moralmente, los hombres del Siglo XXI estamos obligados a posicionarnos públicamente contra esta discriminación histórica y a fomentar y apoyar acciones positivas que contrarresten esta situación, reparando, en la medida de lo posible, los daños de todo tipo que el sexismo ha generado.


Creemos que todas estas iniciativas están bien, pero reseñaría dos puntos. Que los hombres ser reúnan para replanteares sus actitudes patriarcales, masculinas etc está muy bien, pero me parece que puede caer en un monólogo entre los hombres. Creo que sería importante empezar a escuchar -que nunca se ha hecho-  a la otra parte contratante de la segunda parte ya que si no sabemos, que piensan, que sienten, que quieren es difícil poder realizara un verdadero cambio. Por otro lado está el eterno discurso de la igualdad, que somos todos iguales etc, que difiere de la idea de que no somos iguales, somos especies diferentes con necesidades diferentes, pero que tienen como tarea entenderse, convivir y sobre todo amarse. 

viernes, 5 de diciembre de 2014

Las candidatas moralmente rentables...

Por Tomás Rubio



Estamos en días entrañables y de homenajes... desesperadamente hay quienes buscan seres sacrificados por sus hijos, por su familia, por los demás... naturalmente entre las mujeres que son madres aparecen multitud de esos seres candidatas a premios...
ay... me gustaría tanto que la premiada fuera una mujer que no se sacrificó ( crucificó ) por nadie... ni por los hijos ni por el esposo ni por los pobres ni por la madre que la parió... una mujer que no fuera madre ejemplar ni empleada ejemplar ni esposa ejemplar ni patriota ejemplar... sencillamente que fuera un ejemplar único de mujer... pero esas no tienen premio... y las hay... claro que las hay... mas no son moralmente rentables...

martes, 18 de noviembre de 2014

¿Qué es el amor? Seis mujeres dominicanas conversan sobre el ideal del amor en la mujer ( I )


Por Tomás Rubio
Hace un año la revista "La Cotorra" de Santo Domingo citó a seis mujeres para un coversatorio sobre el amor. Consideramos que sus opiniones siguen muy vigentes y este blog de la Red de Inspiración Femenina puede permitir que el ideal del amor de estas personas de distintas edades, profesiones y experiencias, pueda ser compartido de forma más amplia.

Ingrid Luciano: En algún momento de este conversatorio hablaremos sobre el amor en la pareja, pero si les parece comenzamos sobre nuestras primeras impresiones sobre el amor en un sentido más amplio.
Seneida Suárez: El amor para mí es todo, el día a día, lo que vivimos, lo que hacemos porque cada cosa que hacemos le ponemos el ingrediente del amor.
"el amor tiene que dejarme ser"
Yolanda Padilla: Yo veo el amor como una entrega incondicional, pero no hacia ese ser que me rodea o está conmigo. Yo lo veo en todo, hacia la flora, hacia el vecino, como ese cuidado hacia todo lo que te rodea. En ese cuido yo veo el amor reflejado. Y es cierto que uno no sabe qué tan profundo es, pero uno siente esa necesidad. Yo no estoy segura si el amor de pareja me ha llegado totalmente, pero creo que ese sentimiento del amor tiene que dejarme ser y en esa medida yo voy descubriéndolo.
"el sentimiento tal vez más transcendental"
Mariela Jáquez: Para mí el amor lo defino como el sentimiento tal vez más transcendental de la vida que permite que uno pueda valorar en la vida misma a las demás personas, a los demás seres. En una oportunidad me preguntaron si puedo amar a alguien a quien nunca he visto, y dije que sí. Por eso yo pienso que el amor no tiene fronteras. Que hay ideales, que hay pensamientos, acciones donde tú no necesariamente tienes que verlas sino que tú sientes que haces sintonía con ese sentimiento y que también lo conjugas en tu ser. Entonces no necesariamente debemos tener cotidianamente a un ser al lado nuestro para uno decirle estoy contigo, creo en ti.
Julieta Severino: Yo pienso que el amor transciende y esa transcendencia va más allá de lo humano, más allá de lo natural porque a partir de que tú amas, tú te entregas a la naturaleza como ya han dicho algunas compañeras, te entregas al día a día, a la cotidianidad y eso tiende al amor conjugarlo con una serie de de elementos como la solidaridad, el respeto. Y no la solidaridad que la gente dice en el yo voy, yo soy, yo hago; es la solidaridad en el sí, yo puedo ser solidaria a partir no de lo que yo digo sino del quehacer humano. Y no es solamente a partir de una pareja, porque  esa transcendencia del amor es tan amplia que tú amas lo que no ves.
"hay diferencia clara entre una misma acción
hecha desde el amor y hecha desde el tedio"
Ingrid Luciano: Yo sé que el amor no es sufrimiento, no es culpa, no es control, no es convención, encuadramiento, compromiso en el mal sentido de la palabra. Pero lo siento así como lo que nos mueve, como lo que nos mantiene viviendo, respirando, haciendo, como lo que nos da salud y vida también. Y efectivamente siento que el amor se puede encontrar en muchas partes, que se puede encontrar en algo que uno hace, en personas, en relaciones. Y hay una diferencia clara que se nota entre una misma acción hecha desde el amor y hechas desde el tedio. Hay una energía diferente y llega diferente. El amor es lo que le da la chispa a la vida.                                                                                                                                           
"somos reflejo del amor de la fuerza divina"
                                                                                                                 
Siuleng Sang: Es difícil definir el amor porque es el gran desconocido del que todo el mundo cree saber hasta que se da cuenta que no, que esto no es el amor, esto es propiedad privada como dice Ingrid, esto es control, manipulación, beneficio, rentabilidad. Y es que es difícil definir el amor porque es tan inmenso. Y es porque no conocemos el amor, porque uno piensa que uno tiene el amor  dentro y realmente los seres humanos somos reflejo del amor de esa fuerza divina.


"el amor tiene que evolucionar,
no puede ser el mismo"

El amor es como una fuerza, como dice Ingrid, que nos impulsa. Pero es un impulso diferente porque tiene que ser un impulso gozoso, complaciente y ese amor nos tiene que transportar a un estado de liberación y de gozo y de complacencia donde ya no hay límites y donde ya me salgo de mi porque realmente mi felicidad, mi amor se va expresar cuando te veo a ti feliz. Pero tenemos la definición del amor como la foto del matrimonio que nos la toman el día de la boda y que ese amor no va a evolucionar y nos quedamos estancados en el recuerdo del amor de un día. Pero el amor tiene que evolucionar, no puede ser el mismo. Lo que pasa, es que en esa evolución, aparecen los roces cotidianos y uno se confunde y piensa ya no me ama, ya no amo. Y eso sucede fuera de la pareja también.
   
"el amor tiene muchos rostros"

Pasa con los hijos en el amor de madre y en algún momento siempre hemos comentado que es tan chévere amar a un bebe porque el bebe te responde con una sonrisa , es la ternura personificada. Pero los hijos grandes, para decirte un te amo necesitan un “bb” de por medio, necesitan un elemento para ponerte una carita feliz o una cosa muy grande, muy grande, pero es mas fácil porque realmente como tiene otra manera de expresarse lo expresan a través de un medio electrónico y te ponen un corazoncito y ya tu sabes que eso significa que te aman. Pero esa es su manea de expresar su amor en su momento, lo que pasa es como tenemos códigos de lo que es el amor, entonces lo interpretamos como que no es el amor, y es simplemente otro rostro de la expresión del amor, que como no tiene códigos, realmente nosotros no podemos interpretarlo. Si podemos sentirlo y si podemos vibrar en el cuando sabemos que es un reflejo que nos acerca a esa fuerza divina y que no sentimos liberados.

sábado, 1 de noviembre de 2014

10 HORAS EN LA CALLE

 Por Inspiración Femenina

Nos llega un vídeo que muestra a una mujer caminando por las calles de Nueva York durante 10 horas seguidas y los continuos acosos verbales recibidos a lo largo de ese tiempo.

Es un vídeo con el  que muchas nos podemos sentir identificadas- tristemente no es algo poco común a encontrar- y más de una habremos experimentado esa continua sensación de miedo, vulnerabilidad, inseguridad, incomodidad y un largo etcéteras de adjetivos que supone el sentirse bajo un constante escrutinio y observadas por miradas hambrientas de varones.
Es preciso desarrollar nuevas formas de relacionarse, nuevas formas de contactar entre personas, que no ocasionen sensaciones violentas, miedos, incomodidades y una constante sensación de vigilia y de inseguridad al hacer algo tan cotidiano y banal  como caminar por la calle, cuyas consecuencias sabemos pueden ser nefastas.

El acaso que vive una mujer a diario en las calles es puesto en evidencia en este corto vídeo:


martes, 23 de septiembre de 2014

LA MUJER Y LA MENTIRA

Por: Inspiración Femenina

Recientemente nos topamos con un articulo en el cual hablaban sobre un nuevo estudio hecho en la universidad de Manchester acerca de que la mujer era más infiel que el hombre, solamente que nadie la pillaba en ello porque sabía mentir mejor que él.
Esto nos hizo reflexionar acerca del uso que históricamente ha hecho la mujer de la mentira.
Es verdad que la mujer miente, miente bien y siempre lo ha hecho. ¿Pero cuales son los motivos que la han llevado a ello? La respuesta es simple: SUPERVIVENCIA
Sí. La mujer ha tenido que mentir mucho para poder sobrevivir en un mundo que le era y es –en muchas ocasiones- hostil.
A partir de un momento en la historia la mujer fue esclavizada con el pretexto de que era impura, que no tenía la misma inteligencia que el hombre, que no tenía alma y que su único cometido en la vida era servir al hombre –pero había que tener cuidado de ella porque el demonio guiaba sus pasos y podía hacer caer al más santo de los hombres-.
Se la compraba y vendía, y casi siempre vivía en un medio que no era favorable ni para su felicidad, ni para su desarrollo. No hace falta decir que, si no acataba las ordenes del hombre que la cuidaba, podía recibir castigos severos.
Bajo este panorama la mujer ha tenido que aprender a vivir. Sin decir lo que siente en realidad, sin opinar mucho y por supuesto mintiendo. Mintiendo para poder sobrevivir, tanto ella como su prole.
El miedo ha sido casi siempre el factor que nos ha llevado a mentir. Miedo a ser castigadas, miedo a no ser adecuadas, miedo al rechazo, miedo…
Nos hicimos expertas del engaño para que no se nos notara lo que había en realidad adentro de nosotras, no vaya a ser que nos castigaran por ello. Y aun hoy en día, la mujer prefiere hacer creer a su pareja que piensa y siente igual que él. Tal vez hoy algunas no corramos peligro de muerte si tenemos ideas diferentes, pero aun así, nos cuesta decir la verdad en torno a nuestros verdaderos sentimientos.
La tendencia a agradar es parte de esa mentira. ¿Cuántas nos atrevemos a decirle a algún compañero de trabajo que no nos gusta algo? Preferimos no meternos en problemas y llevar la fiesta en paz.
La idea es simple: sí, hemos necesitado de la mentira pero los tiempos han cambiado y debemos dejar de emplearla.
Tenemos la suerte de estar viviendo los cambios gestados hace años por los movimientos de liberación femenina, y aunque todavía las cosas son muy desiguales, podemos decir que por lo menos todas –en occidente- de ser independientes.
Podemos trabajar y ganar nuestro propio dinero para no depender del hombre, aunque vivamos relaciones de pareja. Esta independencia puede hacer que no tengamos miedo, porque no necesitamos de ningún hombre para sobrevivir. Podemos entablar relaciones más equitativas y en consecuencia, la mentira no nos hace falta, ya que nuestra supervivencia no depende de nadie.
Por supuesto, dejar de utilizar la mentira debe venir de nosotras mismas, de nuestro convencimiento de que la mentira nos hace enfermar. Porque podemos ser mujeres independientes, exitosas, pero seguir mintiendo.
Convencernos de que a nadie beneficia –y mucho menos al que miente- esta practica, es el primer paso.
La humanidad está enferma, enferma de tanta mentira. Quizás si nosotras las mujeres dejamos de utilizarla como recurso, podemos hacer que poco a poco las cosas vayan aclarándose.


lunes, 1 de septiembre de 2014

MUJERES QUE MIRAN CASI UN POQUITO


un hombre enamorado experimenta, mientras dura el enamoramiento o el enamoracierto y solo durante ese proceso, la capacidad femenina del aprecio por lo pequeño, por el detalle e incluso puede llegar a desarrollarlo poéticamente. desgraciadamente para la mejora de la especie masculina los tiempos del enamoramiento, al menos en occidente, se han ido haciendo más cortos hasta el punto que ya hay parejas que se divorcian antes de cansarse. no tiene este texto como objeto analizar por qué la imaginación humana no da para más y convierte el casamiento en el único camino del enamoracierto. Nos ocupa aquí solo destacar el buen momento para lo microscópico que nos aporta el amor a los varones y cómo nos es tan dificil mantenernos más de 24 horas en el sutil y sensual juego de las miradas. veamos un ejemplo:

diario de un enamorado:

lunes por la mañana:
he conocido a una mujer y... 
me miró casi un poquito

lunes por la tarde:
me miró un poquito

martes por la mañana:
ma ha mirado casi un poco

tarde del martes:
un poco

miércoles y jueves:
no nos hemos visto

viernes:
me miró un mucho
( debe habérselo pensado en estos dos días )

sábado:
hoy me miró sin adverbios de cantidad
( ya está )

domingo al mediodía:
le propuse sexo y matrimonio
( en ese orden )

domingo en la tardecita:
matrimonio y sexo

domingo en la noche:
no me miró
( no parece que fuera el orden )

lunes:
hoy conocí a otra mujer que me miró un poquito


tomás rubio, poetaclown un poco

viernes, 29 de agosto de 2014

LA CULPA COMO ANZUELO



Por: Marytza Fragela

Un anzuelo de culpa actúa como una rienda con la cual se puede manejar a otro en contra de su voluntad, “enganchándolo”, haciendo que se sienta mal con él mismo, culpable.
Por ejemplo, una persona hace que otra la acompañe a hacer algo turbio diciéndole: “Un buen amigo se banca cualquier cosa”.
O alguien acepta ser objeto del enojo de otros sólo porque hizo algo mal, porque se equivocó.
Anatomía de la culpa: el Programa “Bien o mal”.
Para funcionar, un anzuelo de culpa requiere que la víctima acepte varias creencias como si fueran verdades absolutas:

1.- La idea de que las cosas solamente pueden estar en dos estados posibles: o bien o mal.

2.- Que alguien o un grupo de personas pueden saber de manera absoluta cual es cual. Y la más importante con respecto a la culpa:

3.- Que quienes actúan “mal” deben aceptar recibir enojo, malos sentimientos, ataques, desvalorización y peleas por parte de los supuestos “buenos”.

También deben aceptar sentirse mal con ellos mismos, culpables, y sufrir. Es muy importante saber que el ataque, el juicio, el enojo y las peleas, tan diseminados y estimuladas desde múltiples fuentes, son tan corrosivos para la vida, la salud y las relaciones como el ácido.

De ahí la frase: “Enojarse con alguien es como tomar veneno y esperar que le haga daño al otro”. Así de dañinos son el enojo y las peleas. No es cierto que enojarse ayuda a que el otro corrija sus errores, mejore ni cambie sus malas conductas. Todo lo contrario es cierto. De hecho, el enojo hace que la víctima se sienta desvalorizada, mal con ella misma, retraída y cada vez más lejos de tener la auto valoración necesaria para tomarse las molestias que implican cambiar y mejorar.

Lo que sí produce claridad en los malentendidos y en los desencuentros es el dialogo, la negociación, los acuerdos claros, los contratos, las medidas claras de penalización en caso de incumplimiento. Pero nada de eso requiere ni una gota de enojo ni de peleas. Solo buena voluntad y honestidad para negociar las diferencias.

No aceptar anzuelos de culpa no quiere decir que uno no se vaya a hacer responsable de sus actos. Si alguien se compromete a hacer algo y no cumple, debe hacerse cargo de las consecuencias de su incumplimiento, pero eso de ninguna manera equivale a que tiene que aceptar ser víctima de enojo, ataque a su persona ni a su valor.

Cuando alguien comete una infracción, el agente de tránsito no se enoja ni se ofende ni se pelea con él; simplemente le aplica una multa. Hacerse cargo de las consecuencias de los actos sí. Aceptar basura emocional en forma de ataques, juicios, criticismo, enojo, peleas, o desvalorización personal, NO.

 
Cómo se fabrica la culpa:
Lo que deja a una persona indefensa y vulnerable a ser penetrada por la culpa, no es que sea imperfecta, ni que cometa errores, ni que esté loca. La culpa ingresa en el sistema cuando se cae en la trampa de juzgar, criticar, enojarse, atacar, hacer sentir culpable, odiar, abandonar, hacer sentir que alguien no es valioso, que no merece, castigar y cosas por el estilo.

Lo mismo que los bullies (bravucones) le hacen a quien no hizo nada, el anzuelo de culpa permite (y estimula) hacérselas a alguien que hace algo “mal”, según el programa. Como es binario, sin grises, el programa cataloga como “mal” toda imperfección, toda equivocación, todo error.

Es muy importante tener claro que cuando alguien está manejado por el programa, él mismo cae indefectiblemente dentro de la categoría “mal”, ya que nadie, por mejor que sea, está libre de imperfecciones ni de errores.

Todo aquel que tiene el programa, se siente siempre en infracción. Eso es así para asegurar que el anzuelo de la culpa enganche bien. El primer “condenado” a sentirse culpable por el programa es quien lo tiene en su sistema.

Equivocarse puede acarrear consecuencias desagradables, pero es la culpa la que conduce a que la persona se enemiste con ella misma y se auto condene. Cuando se logra que alguien se sienta culpable, mal con él mismo, la persona sola se castiga a sí misma, como un perro que se pone en penitencia por haber mordido una zapatilla. Cuando alguien muerde el anzuelo de culpa, se vuelve manejable, controlable. El programa estimula a atacar la imperfección en los demás y a sentirse culpable con la propia.

Hay que reconocer que aunque sea una reliquia que nos acompaña desde tiempos bíblicos, el programa está muy bien hecho. Se comprende porqué eso es así cuando se recuerda que no está diseñado para ayudar a nadie, sino para hacer que quienes lo tienen se sientan mal consigo mismos, sean débiles, inseguros, temerosos, manejables; que busquen siempre pero que no encuentren nunca.

Para lograr eso, es muy útil generar ambigüedad, inseguridad, falta de claridad, de manera que sin darse cuenta, la persona esté siempre en un estado crónico de sentirse en infracción. Eso se hace con comandos contradictorios ubicados en lugares diferentes.

El mismo programa que dice que hay que atacar el mal también dice “en otro lado”, que atacar está mal. En el marco de ese degradé donde las cosas son tan poco claras como el punto donde el día se transforma en la noche, se despliega la historia humana.

En un extremo de locura, el programa puede exigir ir a la guerra y matar para hacer “el bien”, y en otro extremo de locura, el mismo programa exige, también en nombre del “bien”, tolerar cualquier maltrato sobre uno mismo sin defenderse.

Una forma de ver la contradicción en funcionamiento es observar que aunque en cierto momento podemos babearnos hablando mal de alguien porque cometió una equivocación, no nos gusta que cuando nos equivocamos nosotros o un ser muy querido, hablen mal de nosotros.

La coexistencia de estos dos comandos contradictorios hace que quien critica, juzga, ataca, se enoja o habla mal de los demás, en el fondo se sienta siempre con culpa, por hacer algo que no le gustaría que le hagan a él.

De esta manera tan ingeniosa, el programa engancha cuando la persona se equivoca, y engancha nuevamente cuando la persona condena las equivocaciones de los demás. El ataque alimenta la culpa, y la culpa carcome la auto valoración y la autoestima. La falta de auto valoración es el carísimo precio del ataque, el juicio, el enojo, etc.

Tal precio se paga cuando se necesita amor y auto valoración para hacer algo que requiere tomarse molestias por uno mismo, como por ejemplo, para adelgazar o cambiar una mala conducta. Para tareas así, que requieren perseverancia, esfuerzo sostenido, aceptar nuevos límites para viejas malas costumbres, etc. se necesita quererse y valorarse mucho a uno mismo. Y si uno ha hecho cosas de las que no se siente orgulloso, a la hora de actuar, simplemente le faltará motivación, fuerza y sensación de merecimiento.

El ataque, el juicio, el enojo, etc. dan una vuelta muy muy larga, que va desde sentir la embriaguez morbosa que producen al perpetrarlos, hasta la falta de auto valoración, de merecimiento, de motivación y de fuerzas para hacer cosas buenas por uno mismo.

Quien es capaz de ver todo ese círculo de una mirada, comprende lo tonto y auto destructivo que es atacar, enojarse, etc. y ya no se deja engañar más por esa tentación.

Poco a poco, al no estar más identificado con la lógica auto destructiva, la persona deja de alimentar el ataque, hasta que finalmente, no lo hace más, quedando libre de ataque y llena de humildad y respeto por todo.

Si estas palabras no bastaran para convencer al lector de lo peligroso que es juzgar, atacar, etc. citamos a continuación unas palabras de más de dos mil años de antigüedad que advertían repetidamente del peligro de caer en esta trampa:

“Quien esté libre de pecado que arroje la primera piedra”. “Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que tomen la espada, a espada perecerán”. Mateo 26:52 “No juzguéis, si no queréis ser juzgados. Porque con el mismo juicio que juzgareis, habéis de ser juzgados, y con la misma medida con que midiereis, seréis medidos vosotros”. Mateo 7,1-2 No juzguéis, y no seréis juzgados: No condenéis, y no seréis condenados: Perdonad, y seréis perdonados”. Lucas 6:37

Dr. Leonardo Aronovitz Médico, terapeuta, docente.

martes, 24 de junio de 2014

AUMENTA EL NUMERO DE PADRES QUE ELIGEN QUEDARSE EN CASA


Por Inspiración Femenina
Un interesante artículo del New York Times nos muestra cómo la elección de quedarse en casa a cuidar del hogar y criar a los hijos está empezando a ser cada vez más frecuente entre los hombres.
Nos dice que en los últimos quince años se ha duplicado el numero de padres que adquieren este rol, y que este aumento se debe a aquellos que toman esta decisión como elección personal, no por desempleo o por enfermedad. Esto muestra cambios estructurales en los roles de género dentro de las familias y en el trabajo.
En 1989 había 1,1 millones de padres en casa en EEUU, a diferencia de los 2 millones en 2012. Y una quinta parte de ellos toman esta decisión para cuidar de la familia.
El 35% están en casa por enfermedad o discapacidad; el 23% por desempleo; el 22% estudian o están retirados. El numero de hombres que se quedan en casa como decisión personal debe de ser superior a lo que se sabe, ya que muchos hombres no lo dicen por los prejuicios sociales que aún existen hacia los hombres que se encargan de la casa.

Las razones del cambio son muchas: Las mujeres, (actualmente el 47% de la fuerza laboral) están teniendo cada vez una mayor educación y ganan mas dinero que sus maridos. También puede estar atribuido al cambio de roles dentro del hogar, y que los hombres cada vez participan más en las tareas domesticas y el cuidado de los niños.
La mitad de los padres que se quedan en casa viven en la pobreza y tienen el doble de posibilidades de no tener los estudios de secundaria. El 14% de los padres que cuidan de sus hijos no tienen educación secundaria, mientras que el 3% de ellos tienen estudios universitarios. Pero el aumento está viniendo por parte de aquellos con estudios universitarios, mientras la cifra de aquellos que no tienen la secundaria permanece igual.


Este artículo nos hace reflexionar mucho. Por un lado, nos da cierto gusto saber que hay hombres capaces de quitarse los prejuicios sociales, y que no se les caen los anillos por quedarse en casa. Por otro lado, tambien nos hace pensar que probablemente cuando un hombre se encarga de las funciones del hogar y de la crianza de los hijos, esto no va a ser considerado como una funcion inferior. Lo mismo ha ocurrido en multiples ambitos: en la cocina, por ejemplo, las cocineras de toda la vida, eran ciertamente inferiores. pero al incorporarse los varones a esa funcion, se convirtió en el arte culinario y en algo de caché. Lo mismo ocurrio en la moda, de costureras a diseñadores; y en la peluquería, de peluqueras a estilistas.  Y en el hogar, de amas de casa a padres modernos.

Nos alegramos de la dilucion de prejuicios, y nos alertamos también ante estas nuevas situaciones.
Aquí os dejamos el artículo, que nos ha de hacer reflexionar.

Veremos….

More Fathers Who Stay at Home by Choice
JUNE 5, 2014
Otis Johnson said he never fathomed becoming a stay-at-home father. But soon after he was laid off from his factory job in 2009, his first of two children arrived. And even when his job prospects improved, he made the calculation that millions of mothers had made before him: “By the time I get a paycheck, it all goes to day care, or I can stay home and raise my own children.”
Mr. Johnson is hardly alone.

Despite a recent small decline in the number of fathers who take care of children full-time, their numbers have doubled over the last 15 years, according to new data from Pew Research Center. And the main driver for the growth is the increase in men staying home by choice, not because of unemployment or injury. That shift reveals a structural change in gender roles in families and at work in the United States.
The number of stay-at-home fathers spiked from 2008 to 2010; it was mainly attributed to the recession and rising unemployment, which hit men hardest. So when Labor Department data showed that the number of full-time fathers began declining after 2010, people assumed that the men had found work and hadn’t intended to stay at home in the first place.

For some men, that was true. But taking a longer view shows a marked increase in the number of stay-at-home fathers, to 2 million in 2012 from 1.1 million in 1989, according to Pew. Even if fathers who can’t find jobs are excluded from the data, there is still a notable increase since 1989 in stay-at-home dads, said Gretchen Livingston, a senior researcher at Pew and an author of the report.
The most telling change is that just over a fifth of at-home fathers say the main reason they are home is to care for family, up from 5 percent in 1989, and that segment is the fastest-growing.
Thirty-five percent say they stay home because they are ill or disabled; 23 percent are unable to find work; and 22 percent are in school or retired. (The share of men staying home by choice might also be underreported because of remaining societal expectations of men and work, according to Karen Z. Kramer, assistant professor of family studies at University of Illinois at Urbana-Champaign, who has studied the issue.)

The reasons for the shift are many. Women, now 47 percent of the work force, are increasingly getting more education and earning more money than their husbands, so economic calculations like the one Mr. Johnson made are more common. (His wife, Amy, is a nurse on her way to becoming a nurse practitioner, so they decided she has higher earning potential than he does.)

The change can also be credited to evolving notions about gender roles at home, Ms. Kramer found in her research.
Now that men do more with housework and child care than in previous generations, equal numbers of men and women report trouble balancing work and home life and say they would prefer to stay home if they could afford it.
Money explains some of the trend, but in an unexpected way. Nearly half of at-home fathers are living in poverty, according to Pew, and they are twice as likely to lack a high school diploma. Fourteen percent of fathers who live with their children did not graduate from high school, compared with 3 percent of those with a college degree.
But the increases are coming from those with college education; the share of less-educated fathers has stayed the same.
Jamie Willett is one of the fathers in that growing segment. He has a college degree, did some graduate work and was an independent film producer, modern dancer and photographer. When he and his wife, a
“Ours was a conscious choice,” said Mr. Willett, who lives in San Francisco and has three children, aged 8 to 18.
Public opinion lags the rise in fathers who stay home. In a Pew survey last year, just over half of people said children are better off having a mother at home, while 8 percent said the same about fathers.
Mr. Willett has observed other signs of bias.

“I now know why women are so angry,” he said. “For people in the work world, their opinions on anything are considered more valid than those who just take care of children. Here’s the great line: ‘Well, all you do is hang at the park all day.'
“The gender switch has been difficult because of the outside world, but very rewarding in my internal world,” he said.
Mr. Johnson, who cares for his two children and three stepchildren in Asheville, N.C., has a similar point of view.
“I don’t care what people say about men staying home, that it’s wimpy or other explicit words,” he said. “My daughter a couple weeks ago learned how to hop on one foot and she was just so excited about it. Men who don’t stay home are missing out on some of the crucial moments in the child’s life, and I’m blessed to be able to witness it.”