lunes, 30 de marzo de 2015

VARONES, POBLACION EN RIESGO

Por: Julia Reyes


Guillermo Vilaseca es Licenciado en Psicología de la Universidad de Buenos  Aires, Terapeuta, Psicodramatista y Psicólogo Social.
Autor del libro Por qué los hombres no entendemos a las mujeres,y me pareció interesante compartir su artículo que se titula Varones, población en riesgo.
Al evocar el tratamiento de pacientes varones, exitosos en su campo de acción, el autor reflexiona sobre el tema de la potencia masculina.
El sentirse varón, como el sentirse potente, no es innato. Es el producto de una construcción cultural internalizada. Prueba de ello son los diferentes modelos de masculinidad y potencia a través de la historia y las culturas. El estado de situación actual aparece como natural pero no lo es.




Hoy surgen espacios y funciones que deben ocuparse para identificarse y ser identificado como varón. Así cada hombre construye su subjetividad a partir de los modelos que el entorno le provee favoreciendo el desarrollo de ciertos aspectos y la inhibición de otros.
Hoy suele decirse que ser varón está ligado a saber, poder y tener, ser importantes, sentirse orgulloso y confiado de sí mismo. Todas cualidades con un denominador común: potencia.
Ahora bien, éste héroe que debe realizar conquistas exitosas, que debe dominar sus pasiones y con un cuerpo que debe resistir todo, se encuentra con la discordancia entre el modelo internalizado y las propias posibilidades de concretarlo.
Esta contradicción es fuente permanente de conflicto, en el marco de una sociedad que le permite cada vez menos, el éxito, y se lo exige cada vez más. Sólo como un ejemplo recordemos la problemática de la incertidumbre laboral.
Es frecuente escuchar hablar de la sensación de que nunca se es suficientemente varón, siempre se podría ser más. El riesgo a la desvalorización es permanente. La debilidad, el fracaso siempre acecha: sentirse poco varón, fallar como macho.

Para seguir leyendo les comparto el link
 http://guillermovilaseca.com.ar/2010/05/31/varones-poblacion-en-riesgo/

Imagen en tinta china que produjo el artista plástico Pablo Flaiszman a partir de la lectura de este artículo.

jueves, 19 de marzo de 2015

LA MUJER ES UN MISTERIO-ANTOLOGÍA DEL ENSAYO SOBRE LA MUJER MEXICANA



por Vickyvananda

desde hace tiempo en la Escuela Neijing, nos han hablado de la naturaleza de la mujer como "un Misterio". 
Al respecto, Ángeles Mastretta, describe en este ensayo a la mujer como “un Misterio”. Ve a la mujer mexicana en varios escenarios que no comprende y finalmente, después de observar y sentir, comenta: “Y aquí estoy después de darle vueltas por dos horas, todavía con la certidumbre de que aún no desciframos el Misterio. Aún no sabemos bien quiénes somos, mucho menos sabemos quiénes y cómo son las otras mujeres mexicanas". 

Describe desde la mujer que siguió a su hombre en la Revolución Mexicana (1910) cargada de canastas, trapos, rebozos, quedándose esa foto de la mujer revolucionaria caminando tras los hombres y sus ciegos proyectos con una docilidad que lastima y empequeñece, hasta la mujer del siglo XXI que logra estudiar algo, incluso llegar al senado mexicano, y a la campesina que sale a trabajar harta de moler el maíz y ser tratada como un animal doméstico, buscando la igualdad de género.

Escritora y periodista mexicana, observadora, sensible. Es conocida por crear personajes femeninos sugerentes y ficciones que reflejan las realidades sociales y políticas de México. Sus obras han sido traducidas a más de 20 idiomas. Ha recibido varios premios por sus obras literarias.

Un periodista le pregunta… ¿Por qué a pesar de todo lo logrado, las mujeres hacen sentir que no han conquistado la igualdad? ¿Qué falta?. Y ella responde:

Falta justamente la igualdad. 

¿Por qué si un hombre tiene un romance extraconyugal es un afortunado y una mujer en la misma circunstancia es una piruja? ¿El hombre un ser generoso al que le da el corazón para dos fiebres y la mujer una cualquiera que no respeta a su marido? 
¿Por qué no nos parece aberrante un hombre de cincuenta años entre las piernas de una adolescente y nos disgusta y repele la idea de una mujer de treinta y cinco con un muchacho de veintiséis? 
¿Por qué una mujer de cuarenta y cinco empieza a envejecer y un hombre de cuarenta y cinco está en la edad más interesante de su vida? 
¿Por qué detrás de todo gran hombre hay una gran mujer y detrás de una gran mujer casi siempre hay un vacío provocado por el horror de los hombres a que los vean menos? 
¿Por qué los esposos de las mujeres jefes de Estado no se hacen cargo de las instituciones dedicadas al cuidado de los niños? 
¿Por qué a nadie se le ocurre pedirle al esposo de una funcionaria de alto nivel que se adscriba al voluntariado social? 
¿Por qué las mujeres que ni se pintan ni usan zapatos de tacón son consideradas por las propias mujeres como unas viejas fodongas cuando todos los hombres andan en zapatos bajos y de cara lavada sintiéndose muy guapos? 
¿Por qué se consideran cualidades masculinas la fuerza y la razón y cualidades femeninas la belleza y la intuición
¿Por qué si un hombre puede embarazar a tres distintas mujeres por semana y una mujer sólo puede embarazarse una vez cada diez meses, los anticonceptivos están orientados en su mayoría hacia las mujeres?
¿Por qué al hacerse de una profesión las mujeres tienen que actuar como hombres para tener éxito? 
¿Por qué los pretextos femeninos…tengo la regla o mi hijo está enfermo, no pueden ser usados para fallas en el trabajo, y los pretextos masculinos…estoy crudo, perdonen ustedes pero vengo de un tibio lecho, son siempre aceptados con afecto y complicidad? 
¿Por qué la libertad sexual a la que accedimos las mujeres ha tenido que manejarse como la libertad sexual de la que hace siglos disfrutan los hombres? 
¿Por qué las mujeres nos pusimos a hacer el amor sin preguntas cuando cada vez seguía latente en nuestros cuerpos la pregunta ¿qué es esta maravilla? Y aceptamos sin más la respuesta que los hombres se dieron tiempo atrás y que a tantos desfalcos los ha conducido: "Este es un misterio, ponte a hacerlo".

Sólo los poetas han querido librarse de usar esta respuesta para responder a las múltiples preguntas que los hombres responden con ella, pero los poetas, como las mujeres, no gozan todavía de mucho prestigio nacional. Prestigio tienen los misterios, no quienes se empeñan en descifrarlosY los misterios, como casi todo lo prestigioso, los inventaron los hombres. Con ese prestigio nos han entretenido mucho tiempo. Cuántas veces y desde cuándo nos hemos sentido halagadas al oír la sentencia patria que dice: “La mujer es un misterio”.

Y ¿por qué no? La virgen de Guadalupe es un misterio, la Coatlicue (diosa madre de los aztecas, diosa de la tierra, madre de los dioses) es un misterio, la muerte es un misterio, la mujer debe ser un misterio y las sociedades sensatas no hurgan en los misterios, sólo los mantienen perfecta y sistemáticamente sitiados como tales. Y ¿las mujeres?
Las mujeres ya no quieren seguir a los hombres a pie y sin replicar. ¡Y nos hemos subido a los caballos y trabajamos el doble y hasta nos hemos puesto al frente de nuestras propias batallas!
Por todo eso, incluso hemos encontrado prestigio y reconocimiento… por ser un misterio. http://www.ensayistas.org/antologia/XXA/mastretta/